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Alfredo Del Castillo

Desde mi banquillo

¿Qué está ocurriendo con los equipos filiales?

En la temporada 2014-15 la Segunda B o liga de bronce del fútbol nacional presume de contar con un nutrido grupo de conjuntos filiales (21), que están luchando con suerte dispar y con diferentes objetivos. Unos pelean por salvar la categoría, otros están instalados en zona de nadie y otros tienen la firme promesa de ascender a segunda división. Pero en el fondo,  lo más comentado en torno a estos equipos es que si ocupas puestso altos en la clasificación  la campaña es fantástica y si estás abajo o pierdes la categoría la respuesta recurrente es que «somos un filial y lo que queremos es formar jugadores para el primer equipo y nos da igual estar en Segunda B que en Tercera». Y yo me pregunto, ¿es igual competir en Tercera que en Segunda Division o en Segunda B? Mi respuesta es que no.

Estos  filiales están repletos de jóvenes promesas con sueños de poder subir algún dia al primer equipo o jugar en la liga de las estrellas. También es verdad que muchos salen estrellados. En el fútbol hay distintos estilos de captación y formación. Por ejemplo,  hay equipos que firman jugadores de todo el territorio nacional y de todos los países del mundo mundial (Granada, Villarreal, Real Madrid, Atlético de Madrid, Almería, Valencia, Espanyl o Elche) y otros con futbolistas muy de la casa o una seleccion de jugadoers de la provincia y lugares muy limítrofes (Athletic, Real, Las Palmas, Sporting, Celta, Valladolid, Sevilla, Betis, Rayo, Zaragoza, Mallorca, Córdoba o Getafe). Todos trabajan con los mismos objetivos: formar futbolistas potenciales para que en un futuro no muy largo puedan ingresar en el primer equipo o, si no es así, cederlos a otros conjuntos para que su formación siga un proceso natural y puedan luego volver o ser vendidos para sacar un dinerito. Sin más, nuestro futbol.


Ahora viene lo peor de todos estos equipos. Seguramente estaremos todos de acuerdo que el conjunto más glamouroso y con un entrenador top formándose para optar un día dirigir al todo poderoso Real Madrid  es el Castilla de Zidane. El club merengue cuenta con jugadores de todo el planeta tierra en Segunda B, en el Real Madrid C y en el Division de Honor Juvenil: Varela (Uruguay), Abner (Brasil), Odegaard (Noruega), Makkanen (Finlandia), Mariano (República Dominicana), Kuscevic (Chile), Babuski (Macedonia), Traore (Costa de Marfil) y Narváez (Colombia). Con todo este arsenal de jugadores Zidane es incapaz de meter a este equipo entre los cuatro primeros en Segunda B. Además m hay que tener en cuenta que muchos de los jugadores de su plantilla jugaron en Segunda o Liga Adelante la temporada anterior. Hay que meditar qué está ocurriendo, ya que no es muy mormal. Pero también hay que darse cuenta que estos futbolistas están pensando más en qué club podrán jugar el próximo curso, ya que las opciones de subir al primer equipo son casi nulas. No es de extrañar que los egos y el lucimiento personal estén por encima del trabajo en equipo. Y así les va.

En nuestra Real Sociedad desde la temporada 2008-09 también se ha optado por traer futbolistas menores de 23 años para formarlos y que dieran el salto al primer equipo. También es verdad que se firmaron futbolistas en puestos muy específicos, ya que en ese momento no los había o no se creía en ellos en la casa:  Arkaitz Pérez (lateral derecho), Morgado (lateral zurdo), Cadamuro (central), Giovani Sio (medio de banda), Cristian Mejias (punta), Mandaluniz (portero), Nanizayamo (punta), Callens (central internacional con Perú), Aketxe (punta cedido por el Eibar), Joan Pons (medio de banda), Víctor Fuchs (medio centro), Héctor Hernández (lateral zurdo), Abu Diarra (central zurdo) y Bispo (medio centro brasileño). Pero no hemos tenido nada de suerte porque de estos jugadores en el primer equipo con continuidad no se ha quedado ninguno. Por ello, llegan muchas dudas en la captación de jóvenes promesas si no hay un resultado positivo. En su ultima entrevista Moyes habla de este tema, pero a ver si el tiene más suerte y acierta firmando jóvenes valores.

A punto esta de terminar la liga y vemos con mucha decepción que equipos filiales de clubes de la talla del Atlético de Madrid, Córdoba, Las Palmas, Rayo Vallecano, Elche o  Zaragoza, están a punto de perder la categoría o algunos ya la han perdido. Y aquí viene la pregunta del millón: ¿Qué está pasando en los equipos dependientes o equipos filiales? A quien corresponda:  hay que hacer una liga de filiales. Hago al respecto esta reflexión: Mi equipo filial juega el domingo y tiene disponibles a todos sus futbolistas  y el filial gana. Pero, ¿qué pasa cuando el entrenador del primer equipo tira de los mejores de mi filial y  se ve mermado ese equipo para competir el domingo? Pues que el filial pierde. Es verdad que muchos equipos filiales se desploman y desinflan a mitad de la liga y sus partidos mayoritariamente se cuentan  con derrotas. Además, hay otra cuestión para analizar: Hay muchos futbolistas en los equipos llamados B que no son profesionales desde el punto de vista de su ficha. ¿Hay o no hay  limite de jugadores extranjeros en esta categoría? Creo que no. Los anti filiales aseguran que los vaivenes que sufren sus plantillas suponen una adulteración muy clara de la competición. Hay que ver lo positivo y lo negativo de estos equipos y buscar soluciones que contenten a todos.

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Sobre el autor

Entrenador de fútbol y tinerfeño. Ha pasado por multitud de banquillos guipuzcoanos, entrenando a equipos como el Lagun Onak, Beasain o Real Unión, entre otros, antes de recalar en la Real Sociedad en 2001. En el club txuri urdin estuvo nueve temporadas en varias fuciones, como la de ayudante de Periko Alonso o de Gonzalo Arconada.


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