Esta Real Sociedad lleva un tiempo que no conecta con la grada de Anoeta, que además está muy pero que muy alejada y el calor del apoyo de los aficionados se hace notar poco. Sí, aquí siempre se comentó que el público txuri urdin es frío por naturaleza, pero a la vez muy entendido en fútbol y exigente con el rendimiento del equipo. Esta temporada tiene motivos suficientes para estar a disgusto con el rendimiento que está viendo del equipo -escaso y pobre a la vez-, ya que piensa que esta plantilla tiene mucho más potencial que el que ha demostrado hasta la jornada 16 del campeonato, más la eliminación de la Copa del Rey. Por todo esto exige implicación, compromiso, amor propio y defensa a ultranza a unos colores que en este club siempre futbolistas emblemáticos llevaron por montera: Kortabarria, Alonso, Zamora, López Ufarte, Zelaieta, Arconada, Satustegi, Gaztelu o Urresti, entre otros.

En este parón navideño muchos futbolistas saldrán de vacaciones a sus respectivos países de origen o a distintas comunidades a visitar a sus seres queridos. Sí, están en su derecho, pero también algunos tendrán que acudir a Zubieta a seguir recuperándose de sus incordias lesiones. Todo esto entra en los planes del míster. Pero a partir del día 26 a la tarde, enchufados y motivados en preparar el siguiente encuentro en el templo del Bernabéu, en donde nos espera un partido en el que hay que hacerlo todo bien y, además, competir al ciento treinta por cien para sacar un resultado positivo. Si se consigue, el subidón será brutal en toda la familia realista y cuatro días  más tarde se acudirá con otro estado anímico al difícil campo de la calle Payaso Fofo del barrio madrileño de Vallecas.

El nuevo míster, contratado por el Consejo realista con el aval de la Dirección Deportiva, sabe perfectamente la plantilla que tiene con 32 futbolistas, muy compensada, con cuatro jugadores cedidos y todo el equipo B a su disposición, pero también debe saber que se despidió a un entrenador top como Moyes por el bajo rendimiento del equipo y como consecuencia de los malos resultados. Eusebio desde el minuto uno dejó claro que está encantando con este plantel y que su filosofía de juego y su metodología de trabajo son innegociables, ya que el control del balón y la continuidad en el juego más el juego combinativo son su fortaleza para llegar al triunfo. El equipo con él ha jugado cinco partidos de liga y dos de copa con resultados muy dispares y el sistema de juego siempre fue el mismo, menos el día del Camp Nou en el que contó con la baja de Illarramendi y optó por jugar con un sistema 1-4-4-2 . Salió derrotado por cuatro goles a cero. Los demás encuentros apostó por el clásico 1-4-1-4-1, en donde la portería es para Rulli; en la línea de cuatro atrás son fijos Aritz, Mikel -lesionado ahora, ocupa su lugar Reyes– Iñigo y Yuri; el medio centro es de Illarra; los dos médios puntas por delante con alternancia de jugones fueron Prieto, Pardo, Granero y Canales,  con los últimos partidos para los tres ex madridistas, es decir, Illarra, Granero y Canales, en definitiva, una sala de máquinas muy creativa pero poco batalladora y robadora cuando no somos poseedores del balón. Pienso que es el momento de buscar otras alternativas, es decir, un poco menos jugones y más equilibrio con una alternancia de Markel e Illarra en el doble pivote ,con dos jugadores por afuera más un enganche detrás del punta y un delantero referencial arriba del todo. Esto es solo mi opinión en un equipo que tiene por delante cinco finales: Bernabéu, Vallecas y en Anoeta ante Valencia y Deportivo, más el viaje cercano al Molinón. En fútbol el equilibrio defensa ataque es fundamental y también sé que Eusebio tiene su idea. Quiero lo mejor para la Real y una ayudita siempre es bienvenida.