>

Blogs

Belén Casado Mendiluce

La psicóloga en casa

La virtud no produce tontos

 

Ser alguien que se considera una buena persona no está reñido con ser inteligente emocionalmente y sí está reñido con ser complaciente con todo el mundo y con poca capacidad de tenerse en cuenta a sí mismo.

Muchas veces he oído decir a alguien: “ éste, de bueno que es parece tonto”, y me quedaba la sensación de que no merecía la pena tanta bondad si la persona en cuestión se sentía menospreciada o no tenida en cuenta.

Ser tonto no tiene que ver sólo con parecer alguien con pocas habilidades sociales, sino con ser una persona que se conoce poco a sí mismo y no se da cuenta de lo que le hace daño porque está más pendiente de cumplir las expectativas de los demás que las suyas propias. Vamos, que todos hacemos el tonto alguna vez.

Pero querer avanzar y desarrollarse como persona, querer aprender de las experiencias de la vida, no es un camino para convertirse en un bobalicón a quien todo el mundo mangonea, sino para sentirse con autoestima para posicionarse ante los demás si hace falta, manifestando la propia opinión.

En ocasiones, se nos ha enseñado a “perdonar setenta veces siete”, a creer que “el amor todo lo puede” y a pensar que si somos buenas personas, el otro sabrá valorarlo y nos tratará como merecemos. Pero la realidad nos demuestra, una y otra vez, que tener la actitud en la vida de dar prioridad a los demás sólo conduce a sentirse con una baja autoestima y poco valorados por el otro.

 A mí me gusta, cuando me despido de alguien, decirle: cuídate, porque creo que todos debemos hacer un trabajo para darnos lo que necesitamos: tiempo para pararnos y vivir con calidad, cariño para preguntarnos con sinceridad si me siento tenida en cuenta, comunicación para poder expresar lo que sentimos.

Preocuparnos por nosotros mismos, cultivar la virtud, no es otra cosa más que preocuparse por estar bien con uno mismo, desarrollando nuestra capacidad de darnos cuenta de las cosas, tarea de toda una vida, evidentemente. Porque, no nos olvidemos, que si nos preocupamos por vivir de una manera lo más consciente posible, trataremos a los demás de la manera más respetuosa y cariñosa posible aunque, en ocasiones, tengamos que mantenerles a distancia.

¿Parece contradictorio? No, porque se puede poner distancia hacia el otro si necesito respetarme y tenerme en cuenta para no acabar desconectado de mí mismo, alienado de mi interior. De manera, que podemos mostrar respeto al otro si le tratamos sin agresividad pero con la distancia que necesitamos.

La virtud no produce tontos, sino personas que son capaces de vivir con humildad y consciencia.  Y no creas que eres peor persona por hacerte caso.

 

Caminamos…Belén Casado Mendiluce

belencasadomendiluce@gmail.com

www.psicologiapersonalizante.com

 

Temas

Sobre el autor

Soy Licenciada en Psicología y desarrollo mi trabajo en una consulta privada. Mi vocación desde joven ha sido la psicología, y a través de ella he buscado comprender a los demás y a mí misma. Desde ese trabajo interior, intento que lo que transmito sea un reflejo de aquello en lo que creo y que me sirve a mi. Me siento siempre en búsqueda, abierta a aprender de todo aquello que me haga crecer como persona. Y creo que lo que se vive como vocación no es sólo patrimonio mío sino que puede servir a los demás.


junio 2017
MTWTFSS
   1234
567891011
12131415161718
19202122232425
2627282930