Muchas veces se ha dicho que la creatividad se produce cuando la mente fluye, y esto ocurre cuando los dos hemisferios del cerebro trabajan a la vez. Fluir es la clave de ser eficientes, de ser proactivos y de solucionar muchas cuestiones de nuestra vida, pero ¿cómo conseguimos fluir?

Siempre se ha relacionado al hemisferio derecho con la creatividad y las emociones, y al hemisferio izquierdo con el pensamiento analítico, racional y la lógica. Cada parte de nuestro cerebro se ocupa de una forma de utilizar nuestra mente, pero cuando utilizamos las dos a la vez, es cuando nos surgen las ideas, cuando nuestra mente trabaja en conjunto y se centra en un único asunto, poniendo lo mejor de nosotros en acción y logrando que surja la creatividad en toda su dimensión. Antes, sin estudios que lo avalaran se decía que esto era fluir, y que en este proceso, perdemos incluso la noción del tiempo, ya que todo nuestro ser está trabajando en una sola cuestión, olvidándonos de todo lo demás y desarrollando toda nuestra capacidad mental. Ahora, gracias a los avances científicos, los neurocientíficos y psicólogos han conseguido demostrarlo con las resonancias magnéticas, pudiendo ver que el momento “eureka”, es decir, cuando se nos enciende la bombilla para poner solución a un tema o lograr una nueva idea, es cuando se producen relaciones neuronales de ambos hemisferios. Parece ser que justo antes de este momento de “encendido”, se produce un apagón, y probablemente, este lo propiciamos cuando dejamos la mente en blanco o pasamos a pensar en otra cosa. Añadir nuevas alternativas a nuestros pensamientos nos permite llegar a ese momento de lucidez plena, en la que somos capaces de resolver en un instante algo que llevamos dándole vueltas en la cabeza durante tiempo.

Parece ser, que hay momentos que favorecen esta conexión neuronal, ya que se suele dar, por ejemplo, en el momento en el que la línea entre la consciencia y el subconsciente es más fina, lo que también se llama momento alfa, por esto, hay muchos creadores que han utilizado el sueño como base de su inspiración, o que sus momentos más creativos han sido justo al despertarse. De aquí viene el dicho “consultarlo con la almohada”, ya que, el dormir nos ayuda a aclarar las ideas y saber tomar una decisión de forma más acertada al despertarnos. Por lo tanto, para ser creativos en la toma de decisiones nos es favorable descansar.